Arrancamos primer capítulo (real) del pódcast.

Qué presiónnn.

En este capítulo vamos a ver cómo afectan ciertas palabras utilizadas en marketing al cerebro del consumidor.

Cómo algunas empresas conocidas se han pasado por el forro las leyes para seguir posicionándose como un producto saludable.

Y qué otros cerebros se utilizan en el marketing alimentario para vender.

Esto viene cargadito.

🎙 Spotify
https://spoti.fi/3L0c3sl

🎙 Podcast de Google
https://bit.ly/37sBaWu

🎙 Podcast de Apple
https://apple.co/387bRc9

🎙Ivoox
https://bit.ly/3ExHB6x

De biofrutas pasó a Funciona, y ahora se llama Bifrutas.

Primero se llamó Biofrutas, después Pascual Funciona y ahora la compañía vuelve a cambiar el nombre de su bebida de frutas y leche por Bifrutas, dentro de una estrategia que busca recuperar el posicionamiento originario que ensalza los beneficios saludables.

España deberá prohibir el término bio para productos, como yogures, zumos y postres lácteos, que no procedan de la agricultura ecológica o biológica.

En la actualidad, en España se comercializan con la etiqueta de bio alimentos que no han sido obtenidos a través de este tipo de agricultura.

Con esta prohibición se pretende que los consumidores puedan identificar los productos biológicos, se «eviten ambigüedades» sobre el significado de ese término y que se comercialicen los alimentos ecológicos y biológicos «sin confusiones», ha señalado la Comisión Europea.

Este decreto contó desde el principio con la oposición del sector.

Ayer, la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) reclamó al Ministerio de Agricultura que modifique de forma urgente este decreto. FACUA denunció en noviembre de 2000 a varias empresas (J. García Carrión, Central Lechera Asturiana, Gullón, Nestlé, Pascual, Industrias Rodríguez y Biocentury) por vulnerar la normativa comunitaria al comercializar productos con denominación bio sin proceder de la agricultura ecológica.

La liberalización del término aprobada posteriormente por el Gobierno español provocó, sin embargo, que esos y otros «muchos falsos bio» siguiesen en el mercado.

Según la Confederación española de cooperativas de consumidores y usuarios, no se

Lo mismo pasó con Danone y sus yogures bio. ¿te acuerdas?

Ahora se llaman Activia. Se gastaron entre 7 y 9 millones para que el consumidor identificara la marca.